La Casa de moneda de Filadelfia se creó debido a las necesidades de los requerimientos comerciales de los Estados Unidos. Esto llevó a los Padres fundadores a establecer una Casa de moneda nacional como segunda prioridad, después de la ratificación de la Constitución de los Estados Unidos.
La Ley de la moneda de 1792, proclamó la creación de la Casa de Moneda de los Estados Unidos. Filadelfia en aquel tiempo era la capital de la nación, por ende, la primera instalación de la casa de moneda se construyó allí. También se instituyó un sistema decimal basado en el dólar, con pesos específicos y composiciones metálicas, y se requirió que cada moneda de los Estados Unidos presentara "una impresión emblemática de libertad".